miércoles, 18 de mayo de 2011

EL OCASO... DE LA VIDA

Autor: Eliseo León Pretell *Eliseo León Pretell
Houston Texas, EE UU

La vida va pasando,
como un día de estío,
aurora, madrugada,
mañana angelical.

Medio día glorioso, de fuerza y poderío,
tarde silente y tenue, de lluvia perennal.

****

Sucumbió... la mañana
de sol esplendoroso,
en el risueño prado,
de flor primaveral.

Se nubló el medio día, diáfano y primoroso,
en los hermosos valles, y en el blanco glaciar.

****

Las sombras van cubriendo,
ya la lánguida tarde,
la niebla blanquecina,
se va tornando gris.

Esos ríos rugientes, con estragos y alarde,
se van enmudeciendo, en un lento desliz.

****
Ya se encapota el cielo,
de miel ámbar brumoso,
las nubes se comprimen,
al punto de llorar.

La fontana proyecta, un arco iris vistoso,
preámbulo de la noche, que se atreve a enlutar.

****
La mirada aguilucha,
de tantos años idos,
a perdido su brillo,
como el viejo cristal.

Esos pies andariegos, livianos y atrevidos,
ahora se arrastran torpes, hacia el punto final.

****
La melena frondosa,
por muchos admirada,
lo fue arrancando el tiempo,
de a poco hasta dejar,
una blanca corona, rala y debilitada,
de cabellitos blancos, que hasta puedo contar.

****
La estampa siempre erguida,
que ayer nomás podía,
rebosante de vida,
levantar más la frente.

Lenta se va inclinando, rugosa en la porfía,
hacia el polvo y la tierra, que llaman nuevamente.

****
Ocaso... de la vida,
debieras ser más tierno,
en nuestro último tramo,
de existencia real.

Si estás tan cerca al cielo, o al filo del averno,
que la entrada sea bella, al huerto celestial.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio