sábado, 3 de noviembre de 2012

VICTOR CASTRO ACHUY: A CÉSAR Y MARÍA

  AMARRE EN BENEFICIO DE UN POEMA AL AJO
 
Por un suicidio evaluado
en aras de la felicidad.
Por un apetito que al caminar,
más hambre ha encontrado,
dos cuerpos son sacrificados.
Locas cromosomas, sin duda, 
en peor de las locuras,
se unen como bomberos en apoyo.
Hay incendio de nuevo tronco.
¡Qué viva el Amor, bajo la lluvia!


Por amarrada pareja en mar,
aire y tierra, pajaritos y sirenas
se apuntan en linda escuela.
Un claro cielo se nivela al bajar
a matrimonio que nunca dirá,
sobre la tierra de su flor 
ni en sus cabezas en ardor.
¡Uds. dos, sinceros amantes!
Nunca dirán al acostarse,
que no tienen trabajo ni Amor.


Pero no asustarse, desnudos pichones.
Si aprenden a volar alto
serán como risas en el plato.
Tendrán hijos como flores
y mucho dinero que aplastará sus dolores.
Ni el uno ni el otro, ya comiendo,
será mina con tóxicos dejando.
Y jamás, pero jamás, olviden en sus poemas :
Uds. son Hijos del Sol. Estrellas
en la piedra y el maíz verdeando.

 
Así es. En paréntesis de la vida
María Chu embrujó y cazó a César Colán.
Por este milagro de cuy con papa sin pelar,
hasta marcianos vienen tocando flautitas.
Dicen : _ En Huacho y Huaura, hay buena vibra.
_ Allí, hay un mar de gente.
_ Allí, colorea el achiote. ¡Qué ambiente!
_ Y los casados, no sienten frío en noches frías.
_ No en vano, se casan con dote rica.
Sin más, los marcianos calientes ...


¡Ya quieren imitar a César y María!
¡Todo por tomar chicha, de doña Celia Ariza!



                                 Víctor Castro Achuy
                                 Laredo. Trujillo.

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