MAITE FLORES PLAZA: ADOLESCENTE
A Dios rogando y con el mazo dando…
Yo, muchacho insolente
Que por las nubes va divagando
Absorto por los vicios de la nueva vida
Los amigos, las novias, las salidas
Desubicado, incomprendido
Chico dubitativo
Obnubilado por el mundo que respiro
Entre sorpresas y experiencias
Hallo un rostro conocido
Mi madre el ser más querido
Por fin dejo de dar tumbos
Me centro y pido:
¡Oh Dios! Se que me escuchas
No seas ajeno a esta lucha de iluminar
El camino al andante
Al novel, al principiante
Permíteme llevar alegría
A esta mujer que es dulzura,
Dejar de ser cabeza dura
Y enfrentarme al día a día
Como un ser pensante y reflexivo
Un ser que cambio su destino
Pasar de patear latas
A profesional reconocido
Etiquetas: Poemas
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