martes, 2 de febrero de 2010

Martín Valladares Llusho: EL BLAH DE LOS ANIMALES

¡Cuidado con esa rama!
que se desprende y cae a tu cama
gritaba fuertemente un pato
en tono de ira y arrebato.

Una culebra a poca distancia
que paseaba con mucha elegancia
bruscamente detuvo su coche
y dijo: no grites ¿no te da roche?

Quítame de encima esa mano
que ni siquiera eres mi hermano
decía ariscamente un gallo
a un colorido y hermoso papagayo.

Ya dejen de gritar, dijo un enanito
tranquilos aunque sea un ratito
y con sus gafas reventó un globo
acallando el aullido de un lobo.

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