domingo, 16 de mayo de 2010

Christopher Gabriel Nole Panana: POEMAS

Yo no le canto al amor; le canto a la muerte
porque la siento en mi pecho cada día.
Si algún día viniera a socorrerme
tendría que ser con todo el horror de los horrores
cometidos por el hombre una y otra vez (y también por la mujer)
para tratar de mitigar a los diablos que seguirán corriendo
como sangre por mi cerebro.
Más aún; el camión que me chanque deberá caer de costado,
y deberá romperme las piernas para sufrir uno que otro año.
Deberá explotar muy bien mis nervios el verdadero nocturno
que se oculte bajo el auto. Cada poro de mi cuerpo será
fuente rica de sufrimiento. Sin llegar al paroxismo ni la piedad.
Si la muerte no me da eso, significa que ya no estoy loco
que no tengo nada en el pecho
que mi voluntad no sirve para nada, y que el mundo, en fin, sólo es arena de huesos.

II

Los soldados corren por el arenal, con las armas delante y los sueños detrás, muy bien escondidos.
Las esteras ocultan al inocuo mal, al triste mal que se defiende.
Destruyámoslos, compañeros.
Si alguno queda, rompámosle la cabeza a culatazos, no dejémosle dientes que lo dejen reconocer.
Ya saben lo que obtendrán si lo hacen.
La iglesia los acompaña, los apoya. Confiemos que Cristo nos salve de las balas. ¡A la carga!
Porque más allá de ellos está el mar, donde podremos bañarnos y olvidar tanta mierda.

III

Sé lo que es la poesía, no necesitas explicármelo.
Si te digo que te ves fea con esos ojos, eso es poesía.
Pero si te digo que no te ves fea con esos ojos, también lo es.
La única forma de no hacer poesía es haciendo que el tiempo pase,
poniendo nombres a los animales e imponiendo tus ideas.
Así los poetas rueguen, no hay ilusiones en este mundo, sino esperanzas, carajo.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio